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Una muchacha en la ducha

Esta quizás sea no una historia sensual o un cuento pretendidamente erótico, es simplemente la historia de una muchacha. Está breve historia no se desenvuelve en torno a lo que un hombre quiere ver o imaginarse de la desnudez de una mujer. Contrariamente, está breve historia se cuenta sola desde lo que una mujer quiere sentir desde su desnudez primordial, que no es desproteccion o vulnerabilidad, sino desde la casi magica cercanía de su alma al espacio circundante.  La muchacha entra al cuarto de baño y encuentra un pequeño oasis,  las toallas secas, limpias y mullidas, el piso seco y casi con un punto de brillantez que le da luminosidad, pero que no le permite resbalar y terminar derribada en el piso.  Una muchacha en la ducha, es un encuentro de ella misma, su soledad, con su ganancia de intimidad que le ha sido negada y con su cuerpo. Ese cuerpo que alguna vez le sirvió de orgullo y otras veces fue una superficiende sufrimienton y dolor.   La muchacha abre el grifo y el agua no sale

parcial teoria

No es un valor absoluto coma una atribución originaria coma se trata de la noción de rotación o bivalencia. Seguido esta tiene una característica de alternativa, puede indicar en una misma persona o lugar situaciones distintas coma la transición de lo profano a lo sagrado o viceversa puede consistir en un cambio de residencia con un traslado de lugar distinto de residencia a uno consagrado de un lugar sagrado o uno profano, de allí en la relevancia que le da este autor a los ritos de paso que suponen las alteraciones y las acciones para contrarrestarlas entre estos está un estado y otro. Tales cambios de estado no ocurren sin que se perturbe la vida social y la vida individual siendo precisamente el objeto de un buen modo de ritos de paso el rival el aminorar los efectos nocivos de estas perturbaciones hasta que punto se contempla este cambio como real y aparece y grave lo demuestra la repetición y todo tipo de creencias y en los pueblos más diversos los ritos de muerte al mundo anteri

tempestades

No sé porqué Sin pensarlo Empecé a creerme Un marinero Si solo soy un muchacho Del interior serrano Sin ningún tipo de salida al mar No lo sé,  Pero si he tenido que ver Con grandes tempestades Que se azotaron sobre mí vida. Mís espaldas, mí cabeza Hasta incluso mí pecho Han soportado, una tras otra Las embestidas  No sé porqué No soy marinero Y mucho menos capitán En un bote que siempre tiene agua (Las tormentas siempre dejan algo, Aunque más no sea, la tensa calma de su partida) Rebosa de quietud el mundo A veces por unos instantes Otras veces distintas tormentas Solapan a destiempo, su furia Y al mismo tiempo su agonía Sobre mí desesperación  Y no soy, lo he dicho hasta el cansancio, Ni capitán valeroso Ni timonel avezado Solo soy alguien que está quieto Aquí y ahora, atisbando  Lo que vendra Lo estoy esperando No puedo huir ni manejarlo Es mí destino No ejerzo de marino,   ni comandante Solo soy un simple  náufrago

Espectativa

Nunca te dejes arrastrar por el desánimo Ni la tristeza, que descargan en todo los colores de la derrota. No te sientas solo Hay Miles, millones, de personas Que hoy, en este momento también están en tus zapatos. No te detengas: si encuentras obstáculos es porque alguien ya estuvo allí para dejarlos. Podés mejorar, no solo a tu camino, sino también alivianar el paso de otro. No te sientas vencido, toma tu aire, el impulso, hay mucha gente peleando sin saberlo, al lado tuyo. Habrá días más grises todavía, Se que no es una buena noticia Habrá lágrimas, mucha bronca Los demas no sabrán de tus esfuerzos Llegará el día en que el camino, Llegará a un callejón Terrible, obscuro,  sinuoso Y será el fin... Pero sabes bien que mientras tanto hay pequeñas cosas que harán que la espera, la ansiedad, la falta de sosiego Sean cuestiones tan mínimas Y que realmente valga la pena la experiencia la tranquidad el color del cielo el frío de la lluvia la fragancia de la flor de un día... Entonces una sonr

Siempre es la lluvia

IndiscutibleMente Es por su causa Que en las noches  De primavera Quedó pasmado, pensativo. Bajo el volumen de la música Apago las luces  Y escucho, siento, la lluvia. La lluvia limpia, lava Purifica y vivifica Se lleva todo,  lolo que nos fastidia Y también lo que queremos, Con el blando traqueteo En monótono contrapunto  A los murmullos de la noche... El viejo farol frente a mi ventana, Ilumina una avalancha de diamantes Que rompen su ficticia rudeza y perfección Contra el asfalto estoico (El fuego desintegra, despeja, Volatiliza las decepciones, Pero el agua arrastra todo de manera impudica, deja sus despojos moribundos de tristeza y humedad ante nuestros asombrados ojos, todo lo que parecía severamente sólido. Esa es, ni más ni menos, su misión) Y en un silencio de derrota A las tres de la mañana Vuelve a estallar en un crescendo Incansable y vengativo. El agua limpia, purifica, A su manera, Pero en la mecánica memoria  De sus azorados testigos Es  melancólica y cínica enemiga del

la borra del cafe

No te preocupes Me dijo La adivina Pitonisa de peatonal Sucederá, es inevitable Pero no será grave, tiene que pasar. Lo Observó, entre las particulas Del café mojado y el destino Que dibujaban escenas extrañas E inquietantes En las paredes del pocillo. Y en mi interior se esbozaban, también trazos grises del devenir, Que nunca se ve, tal como es... Cómo se hace un amigo? Que habrá en su construcción que tenga peso? La frecuencia? Eso ya se expuso La lealtad? Es muy dura prueba El espíritu en común? Solo Ideas. Parece más bien Cómo si se tratara de los rastros Silenciosos, de la soledad  De un peregrino en una caverna Mucho tiempo después Pasa otro,incluso el mismo Y entiende por fin Su petroglifos y por consecuencia A su corazón. La fuerza de una tormenta, de un terremoto No tiene otro instrumento De medición, que la contabilidad tardia De sus destrozos. Hoy, sigo recordando la palabra amiga Sería, correcta y honesta Qué quedó rondando en mi sendero En las señales, en los grafismos Que

besos desde el cielo

No es nada fácil Explicar, lo que de siente tenerte infinitamente lejos Y al mismo tiempo llevarte Tan adentro Es que ha Sido complicado Todo este tiempo Sin la bendición de tu presencia Un trago por demás amargo Aunque hubo cosas buenas Que ojalá pudieras verlas, Estuvieras aquí para repernderme, Para contarte, que me dijeras que estoy loco Y que aún así, lo mismo, me querés No fueron tiempos de rosas los que vivimos juntos, No reíamos todo el tiempo Pero templaste mi alma  Suavemente, la preparaste Para soportar tanto el dolor Como esa felicidad artera Que llega siempre de repente Y se nos escapa. Es que así somos los dos Vos y este muchacho ansioso Que enhendraste ¡Que yunta!, hubieras dicho mientras vaciabamos Botellas de chuker En eternas tardes de mates, Historias inverosímiles, Y tú invaluable amor de madre. Yo, desde este lado, He quedado irremediablemente solo Flotando por siempre Cómo alma en pena Haciéndole frente al destino Por momentos, sin sentido Perdiendo la luz de tu s