Una muchacha en la ducha

Esta quizás sea no una historia sensual o un cuento pretendidamente erótico, es simplemente la historia de una muchacha. Está breve historia no se desenvuelve en torno a lo que un hombre quiere ver o imaginarse de la desnudez de una mujer. Contrariamente, está breve historia se cuenta sola desde lo que una mujer quiere sentir desde su desnudez primordial, que no es desproteccion o vulnerabilidad, sino desde la casi magica cercanía de su alma al espacio circundante. 

La muchacha entra al cuarto de baño y encuentra un pequeño oasis,  las toallas secas, limpias y mullidas, el piso seco y casi con un punto de brillantez que le da luminosidad, pero que no le permite resbalar y terminar derribada en el piso. 

Una muchacha en la ducha, es un encuentro de ella misma, su soledad, con su ganancia de intimidad que le ha sido negada y con su cuerpo. Ese cuerpo que alguna vez le sirvió de orgullo y otras veces fue una superficiende sufrimienton y dolor.  

La muchacha abre el grifo y el agua no sale extremadamente fría si fuera invierno, ni extremadamente desagradable si fuera verano, ella sabe que sale en el punto justo para deslizarse por su cabeza, su espalda, sus muslos... Por fin,  cerrará sus ojos y pensara fugazmente en todo lo que ha pasado a través de su vida, en todas las cosas injustas, terribles, desbordantes, que sin embargo no han podido doblegar  su integridad. Allá en la lejania de su tierra ha quedado,expectantes,  sus hijos, su familia, sus hombres. Pero ella está aqui,de pie,  pensando en su entorno inmediato, en su felicidad locuaz,  pensando en su tranquilidad, que no es de inquietante huida, ni inseguridad.

Una muchacha en la ducha no necesita más que eso, el suave golpeteo del agua sobre su espalda, sus músculos cada vez menos tensionados, sobre su pecho suave y firme a la vez. 

Una muchacha en la ducha disfruta estár sola esta noche, lejos de los hombres, lejos de otras mujeres, lejos de los problemas.  Siente a la muerte cada vez más lejos y si no lo está, cada vez menos importa. 

Mañana, seguramente saldrá a pelear otra vez entre cosas terribles, entre el barro, entre las demás personas, entre el murmullo de  la humillación y la vergüenza, pero todo eso no le  importa. 

Lo Fundamental en este momento es saberse entera, que ella es su propia unidad de placer, una unidad de sabiduría, una unidad de vida...

 Se seca tranquila, se pone a ver su vida cual si fuera una película, en la que el argumento y el final tienen que ver con el respeto de sus sueños de niña, 

Una mujer en la ducha es ni más ni menos que una mujer abrazada consigo misma y disfrutando su merecida paz.